martes, 19 de julio de 2011

LA REVOLUCIÓN PREPARATORIA O LA PREPARACIÓN REVOLUCIONARIA


Este breve texto no es un panfleto de difusión ni explicación de nuestras causas; no es un “Unete!”. Esto va dirigido a NOSOTROS; a ti y a tus amigos; a VOSOTROS; a todos los que han habitado las acampadas de la protesta.. a todos los que han sentido la necesidad de apropiarnos de los medios (la plaza, la comida, el cuerpo…) de nuestra existencia como protesta… a todos los que nos hemos negado a volver a la normalidad.

Enhorabuena! Hemos conseguido mantener constantemente abierto el canal del malestar.

No hemos permitido que nadie nos represente. Hemos generalizado la palabra y liberado el lenguaje. Nadie se ha tomado el derecho a poner en un manifiesto que demandas/mínimos son las más importantes; no hemos dejado capitanear a ninguna demanda.

Ya hemos aprendido a compartir para ejercer esas demandas. Hemos aprendido que organizarse es compartir. Compartir en base a nuestras necesidades -de conseguir responder progresivamente a la cuestión col·lectiva de comer, dormir, pensar, amar, de crear las formas, de coordinar fuerzas- y en hablarnos y escucharnos, es decir, en concebir todo esto como parte de la misma lucha; (que para eso están las asambleas por mucho que se vote).

Más allá de las demandas hemos descubierto que tenemos la necesidad de juntarnos. Juntarnos para pedir la dimisión de Felip Puig; juntarnos para resolver cuestiones que, planteadas individualmente, NOS conducen a la depresión. Juntarnos para establecer las condiciones materiales de una disponibilidad compartida para la alegría.

Nos hemos dado cuenta de lo vulnerables que eramos en nuestra rutina, en nuestro cubo privado, en la normalidad. Y sabemos que nunca conseguiremos verdaderamente bloquear el sistema - la lógica, la dinámica, el capitalismo, el contexto[…]- sin llenar ese bloqueo de otras necesidades/deseos que no sean el regreso a la normalidad.

La maquinaria que criticamos se alimenta de esa normalidad. Nosotros, aunque acampemos en la plaza, reproducimos esa maquina; tenemos nuestras dependencias. Pero acampando le hemos quitado mucha fuerza al poder -, la lógica, la dinámica, el capitalismo, el contexto[…]-. Aquí (como en Madrid, como en Lorca.) se ha producido una experiencia col·lectiva fuera de control; una avería en el sistema.

Nuestro éxito no esta en hacer cumplir unas demandas para que la maquina vuelva a funcionar. Nuestro éxito reside en habitar la avería; acumularlas y prepararnos para expandirlas tanto fuera de la plaza como dentro de nuestro existencialismo/espíritu.

Pero claro esto no va a durar siempre piensa uno; los medios hablaran cada vez menos de nosotros. Parece que se producirá una invariable dramaturgia: un rápido desarrollo debido a la resonancia mediática tras el cual, partiendo de esta agregación frágil, se sucede el lento pero fatal deterioro; en fin, el movimiento agotado.

Cuanto menos hablen de NOSOTROS; menos seremos. Cuanto menos seamos; mas nos juzgaran, mas nos etiquetaran, mas nos señalaran, mas estereotipos, mas prejuicios… Sera cuando más estigmatizados estemos (seguramente por un “escándalo“ premeditado); cuando la policía tendrá vía verde para desalojar -siempre y cuando la “opinión publica” lo acepte-. Otra vez NUESTRO problema sera la mala prensa/el espectáculo y la policia. Otra vez al ghetto.

Entonces nos enfrentaremos al chantaje de tener que escoger entre la ofensiva y la construcción, la negatividad y la positividad, la vida y la supervivencia, la lucha y lo cotidiano.

Para no responder al chantaje/división uno tiene que pensar ya en conseguir un punto de encuentro, un espacio de reagrupamiento o un polo de sucesión para cuando esto se deshinche volver a juntarse EL NOSOTROS; tu y tus amigxs; tu y tu comuna; VOSOTROS.

Así es como el Movimiento se construirá, como una secuencia de lugares habitables dejados atrás por cada una de las situaciones de excepción (crisis, huelgas, catástrofes naturales, movimientos sociales, cortes eléctricos,etc. ) que se enfrenta el poder -, la lógica, la dinámica, el capitalismo, el sistema, el contexto[…]-.

Un conjunto de lugares, de infraestructuras, de medios comunizados y unos sueños, unos cuerpos, unos murmullos, unos pensamientos, unos deseos que circulan entre esos lugares, unos usos de esos medios, unos actos de compartir esa infraestructura que nos permita, llegado el momento, de transformar en una ventaja para nosotros el colapso social generalizado, de transformar un hundimiento a la manera argentina o soviética en una situación revolucionaria.

De una manera general, no vemos más que una fuerza material constantemente conectada por flujos de afinidad [por los discursos etico-políticos, que se producen en una amistad, ante la hostis/lógica capitalista] , una realidad apta para sobrevivir a la disolución total del capitalismo, que lo podrá atacar verdaderamente, es decir, hasta que esa disolución ocurra.

Quienes quieran separar autonomía material y sabotaje de la máquina capitalista claramente revelan que no quieren ni una cosa ni otra. Donde nos ponemos de acuerdo acerca de una estrategia común no existe elección entre ofensiva y construcción, existe, en cada situación, la conciencia de lo que aumenta nuestra potencia y de lo que la debilita, de lo que es oportuno y de lo que no lo es.


SE nos dirá: vosotros estáis dominados por una alternativa que de un modo u otro os condena: si conseguís constituir una amenaza al imperio seréis rápidamente eliminados, i no conseguís constituir tal amenaza, entonces os autodestruiréis, una vez más. Podemos apostar tan sólo que existe otro recorrido, un sinuoso camino de cabras, suficiente para poder caminar sobre él, suficiente para que todos aquellos que comprenden puedan por ahí caminar y vivir.


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