viernes, 6 de mayo de 2011

Alarilla 2011



Llevábamos un año esperándolo. Vuelve el Zorrock. Volvemos a Alarilla. Acogedor municipio de la provincia de Guadalajara en donde, una noche al año, se dispensa alcohol en cantidades insalubres a todo vecino y visitante con la excusa de celebrar un festival-concurso de música. El año pasado llegamos allí a eso del mediodía, bueno, en realidad no me acuerdo, pero era de día. No tocamos hasta pasadas las 4 de la madrugada, en un estado lamentable. Reinventamos el concepto musical, creamos algo más libre, en donde las cadenas de la armonía, la melodía y el compás se rompían dejando a su libre albedrío a cada músico. Tras dos fastuosos temas, Astur empuñó el micrófono y, a la par que lo usaba para poder mantenerse en píe, dijo "Hola, somos Sacco&Vanzetti, y vamos algo perjudicados". Lo que siguió después rozó los límites de la comprensión humana. Bueno, existe una explicación. En ese festival votas al grupo que más te guste, como en eurovisión, pero más rural, y mejor. Mejor porque para tener derecho a un voto debías pedirte algo en la barra. Partimos de la idea de que nosotros solo pedimos minis de cerveza. En el momento de subirnos al escenario ya contábamos con más de una veintena de votos, y apenas nadie en ese pueblo nos conocía. Vamos, que todos los votos eran nuestros. Yo perdía el ritmo porque el batería no paraba de reír. Astur se pasó una canción entera de 3 minutos intentando recordar los acordes de la misma, pero sin dejar de tocar. Usease, inventando, creando. Ante eso, Oscar escapó en un alarido del escenario y se encerró en un baño a reír, jurando que no saldría. Todo terminó, gracias a Dios, y pudimos bajar del escenario. En ese momento dos jóvenes de la zona, con el pedo pertinente del lugar, se me acercaron para asegurarme que eramos lo mejor que habían escuchado en su vida, y que nos querían para tocar en una fiesta privada que organizaban cada año. Ante mi atónita mirada sólo supieron decir que allí tendríamos toda la cerveza que quisiéramos, y que gratis, claro está, para algo somos unos artistazos. Acabamos la noche reventándole sin querer el concierto al último participante, un rapero de estos que están empezando, de los que riman 'chuparla' con 'mamarla' y muestran poquísimo respeto por todo. Pues este año más, pero mejor, porque habrá más lluvia, y, yo por lo menos, tengo más motivos para beber.

1 comentario:

  1. Dios me he partido los cojones desde la línea 10, colega. Y sí, las he contado.

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