Sin ningún tipo de preparación teológica, espontáneamente, comprendí desde niño la incompatibilidad entre la mierda y Dios y, de ahí, cuan dudosa resulta la tesis básica de la antropología cristiana según la cual el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios. Una de dos: o el hombre fue creado a semejanza de Dios y entonces Dios tiene tripas, o Dios no tiene tripas y entonces el hombre no se le parece.
Los antiguos gnósticos lo sentían igual que yo cuando tenía cinco años. Valentín, gran maestro de la Gnosis en el siglo segundo, decía para resolver este enrevesado problema que Jesús «comía, bebía, pero no defecaba».
La mierda es un problema teológico más complejo que el mal. Dios les dio a los hombres la libertad y por eso podemos suponer que al fin y al cabo no es responsable de los crímenes humanos. Pero el único responsable de la mierda es aquel que creó al hombre."
MILAN KUNDERA
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