martes, 8 de febrero de 2011

¡Solidaridad con Simone Righi!


La pesadilla del Sr. Righi comenzó en el año 2.007, cuando decidió visitar Cádiz acompañado de su pareja, Jo Fiori, y de sus tres perros, Holly, Vito y Maggie. La pareja buscó una residencia donde poder alojar a los canes durante cuatro días. Aconsejados por un policía, optaron por hospedarlos en la residencia privada de Puerto Real, previo pago. Transcurridos los cuatro días, la pareja volvió a recoger a sus perros, pero ya no estaban. Holly, Vito y Maggie habían sido asesinados junto con otros canes.

A los veinte días de lo ocurrido, el 7 de octubre del 2.007, se organizó en Cádiz una manifestación en repulsa por los crueles asesinatos de miles de animales de forma ilegal y cruel en la perrera de Puerto Real, donde Simone y Jo habían perdido a sus seres queridos. Alrededor de 2.000 personas, entre las que se encontraba la pareja, participaron en el acto. Coincidiendo con la concentración animalista se festejaba el día de la Patrona de Cádiz. Como parte del festejo, los miembros de la Junta Municipal y la alcaldesa acudieron a una misa celebrada en el convento de Santo Domingo, cercano al lugar de la manifestación. Al finalizar la ceremonia, la alcaldesa y los miembros de la Corporación salieron escoltados por la policía. Algunos de los manifestantes, entre ellos Simone y Jo, se acercaron a la primera edil para expresarle su indignación por el asesinato de sus perros. Nadie pudo preveer lo que sucedió segundos después: Simone fue reducido por la policía, golpeado y maltratado como un criminal peligroso. La víctima pasó tres días en el calabozo, incomunicado (algo que no ocurre con asesinos confesos) , y dos meses en prisión preventiva, acusado de “intento de atentado, resistencia a los funcionarios públicos y alteración del orden público”.

Ha salido su condena, cuatro años y medio de prisión (la fiscal pedía 10) por atentado contra la autoridad. A parte de la desmesurada condena, el juzgado ni siquiera ha tenido en cuenta la declaración de Teófila Martínez durante el juicio, cuando no fue capaz de aclarar si vio o no a quien le intentó agredir, y pruebas como este vídeo en el que se ve la desmesurada actuación de la escoria policial, que atropellan y apalean a Simone y Jo en un momento en el que no estaban haciendo nada pone en evidencia el lado al que se inclina la balanza de la justicia en este sistema:



JUSTICIA PARA SIMONE
COMBATAMOS AL ESTADO POLICIAL

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