martes, 21 de diciembre de 2010

THE WAR

Ahora sé que nunca seré plenamente feliz, nunca seré uno de estos negros. Una lástima. De momento me voy a comprar una trompeta.



Humo. Ténue luz de farolas y sonido de cristales rotos por una bala perdida. Escuchar esta canción es como meterse esposado en un coche de policía de Balltimore oeste, con un piti en la boca. Ojo a la peor metáfora de la historia.

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