De Barcelona a Almería, con un breve paso por la patria chica para ver de cerca como ha afectado el triunfo mundial a esta ciudad que ya venía con el orgullo patriótico puesto de serie. La misma mierda de siempre; menos de cinco minutos a mi rollo en la parada del bus y ya teniendo que aguantar miradas de elementos coloreados de rojo y gualda que se creen eso de que España es una, grande y libre, pero que aún así, tú no cabes. No importa, lo cierto es que sólo había salido para hacer el psicotécnico y, la verdad, después de un finde tan destroyer creo que he estado a un pedo de suspenderlo.
Se hace necesario mirar un poco más allá de esta ciudad.
Sí, esos patrióticos que confundirán el gualda con el amarillo. Lo necesario es un poco menos de ignorancia.
ResponderEliminarSe hace necesario mirar un poco más allá de esta ciudad. Y de este país.
*Cuando salgamos de la crisis espero mínimo el doble de celebración.