miércoles, 13 de enero de 2010

La gran mentira.

La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco nos hemos dado cuenta y estamos, muy, muy cabreados.

Decia Tyler Durden.

Y no sin razón, esto se puede aplicar a todo, incluido a los examenes, joder, la televisión nos la ha vuelto a jugar.

Llegó la universidad, y con ella los examenes. De pronto todxs vivimos en la biblioteca, comemos, dormimos, e incluso... todo en la biblioteca. Y de repente lo notamos, esa sensación otra vez, frustración -no no no no, nadie me dijo que esto fuera a ser así-, porque tantas horas aquí dentro, la gente no habla, la ropa no se pega al cuerpo -como mucho algún plumas ceñido a su obesa dueña-, ninguna mirada, no hay alcohol y para nada hay playa. Nos la han vuelto a jugar.
Joder. Dawson era universitario, como tú y como yo, ¿alguna vez vistes un capitulo que transcurriera entero en una biblioteca? ¿le vistes guardar su cepillo de dientes entre dos códigos civiles? ¿Le vistes compartiendo apuntes y llantos con el sonrisas alguna vez durante casi media temporada? No no no y no.


Odio eterno a Peici el moderno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario