viernes, 27 de noviembre de 2009

Langa's berborrea.

Hola caballero engalanado que ojea hábilmente esta crónica o quizá dama de buena cuna que fantasea entre perfumes, me presento:
Soy Carlangas, y a partir de ahora y en un futuro quizá deje por aquí caer alguna que otra lumínica opinión, transhumancia lírica o niebla novelesca.
Espero que sea de buen grado recibida y a su vez olvidada. Y así con todo, y en parte con decir nada, demos rienda suelta a la voraz fiera que es la escritura:

Quizá sea otoño, y quizá caigan mujeres de las copas de los árboles, ¿por qué no? Mujeres bellas, mujeres bellas sólo por fuera, o simplemente mujeres, se deslizan con el viento y se vierten sobre el suelo. El quizá es la diferencia, pero alberga una esperanza, y por si todo esto pasa, traigo un poema escondido, para cantarlo a voz escasa, en lo bajo de tu ombligo:

Ella me dice palabras
que yo sonrío,
cuando se acercan a gatas
hasta mi oido,

y me pierdo en su mirada
dentro me hundo,
como en el sueño de ganjah
narcótico profundo,

y dame psicodelia de aquella
que guardas en tus labios
y aunque no me dejes huella
vas matando con agravios
esa apatía ruinmente bella
que invitaba a los suicidios.



Sí, estoy escribiendo.

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